El cepillo Balene surge cuando usted decide innovar con un cepillo de doble cara llegando a terrenos desconocidos en el mercado dental, ¿por qué esta innovación?
Efectivamente, llevaba trabajando muchos años en compañías líderes a nivel mundia del área bucodental con productos de consumo: cepillos dentales, dentífricos, productos para xerostomía, etc. Conozco la industria desde dentro y siempre he percibido una falta innovación en cuanto a los cepillos. Si revisamos su evolución, vemos que el primer cepillo data del año 3.500 a.C. y tiene un diseño exactamente igual que el cepillo más vendido hoy en día en cualquier parte del mundo. Esto es así porque los cepillos están cautivos en un sistema de industrialización que los obliga a tener ese diseño, con la posibilidad de cepillar solo una superficie. Además, tenemos la problemática de que los cepillos utilicen nailon, dado que estos filamentos se convierten en unos grandes reservorios de bacterias porque retienen humedad. Tenía acceso a este conocimiento y a los estudios que se desarrollan sobre el biofilm y las enfermedades sistemáticas que todos conocemos y que están vinculadas a la falta de higiene bucodental.
Pero la idea surge tras una experiencia personal, cuando mis padres enfermaron y estuvieron ingresados en hospitales. Antes de que mi padre falleciera, quise cepillarle los dientes y fui consciente de que era imposible con la técnica convencional llegar a la superficie lingual y palatina. Ahí nació la idea. Con la voluntad de innovar, desarrollé el cepillo, me rodeé de gente que me podía ayudar; a partir de ahí tardamos tres años en instalar nuestras líneas de producción en Alicante.
Más allá del concepto, quisimos solucionar las problemáticas comentadas con las que industria convive, es decir, el uso del nailon y el sistema de fabricación. En estos dos años y medio hemos seguido investigando para encontrar un material que nos permitiese evitar esos huecos donde se almacenan la humedad y los restos de alimentos. Y dimos con el material que utilizamos hoy en día, el elastómero, que permite que la humedad no resida en él. Además, conseguimos un aditivo antibacteriano que es activo durante toda la vida útil del producto.
La evidencia científica es muy importante para los profesionales, ¿cuál es el feedback que reciben por parte de los dentistas?
Todos los profesionales de la salud estamos en el mismo barco para facilitar que el ser humano tenga una mejor higiene. El estado de la técnica es igual que hace 5.500 años, y es muy complicado facilitar una limpieza eficaz. Tras hacer varios estudios, descubrimos que los adultos dedican de media unos 40 segundos al cepillado y lo hacen 1,3 veces al día; además, a las superficies lingual y palatina se les dedica solo entre 4 y 5,3 segundos, y solamente lo hace el 15 % de la población. Este dato es muy relevante para la prevención, porque sabemos que no se realiza correctamente.
Hoy en Balene tenemos siete ensayos clínicos. Hemos tenido la suerte de colaborar con profesionales muy reconocidos del mundo de la investigación: los doctores David Herrera, Mariano Sanz, Carmen Llena, Paloma Planells, Paola Beltri, Pedro Diz, Fernán González... Hemos hecho estudios en población con movilidad reducida, también en población adulta. Hemos ido a hablar con los profesionales siempre de la mano de estos ensayos, que son muy sólidos. Todos los estudios, desde el primero que hicimos en el que solo queríamos mostrar la funcionalidad del producto, han demostrado la eficacia y seguridad del producto, lo que nos ha dado la paz necesaria para hablar con los profesionales de la salud.
En el último estudio realizado en población infantil, con las doctoras Planells y Beltri, hemos hecho un grupo de control usando el cepillo infantil líder en España y hemos batido en todas las mediciones sobre el estado de la técnica. Adicionalmente, el equipo que ha desarrollado la técnica sabía que era muy importante medir la satisfacción de los niños con el producto, y el resultado ha sido realmente satisfactorio. Tanto los niños como los padres lo han valorado muy bien. Por primera vez hay una delegación de responsabilidad total en el cepillo, en mucho menos tiempo se obtiene un mejor resultado.
Hay diferentes versiones del cepillo: producto infantil, eléctrico y manual. ¿Se trata de un cepillo para todo tipo de público o es para aquel que tenga dificultades de movilidad para el cepillado?
El producto nació para solucionar situaciones como las que yo vi en mis padres, para personas con falta de movilidad y para cuidadores, que es una figura muy relevante en nuestra sociedad. Por eso, el doctor Pedro Diz se interesó mucho por el producto. Lo cierto es que ese era el posicionamiento original, pero luego fue evolucionando. En una ocasión, sentado con el presidente de uno de los Colegios de Dentistas más importantes de España, me hizo ver que el cepillo podía mejorar la salud de la población general. Ahí fue donde empezamos a posicionar el producto para todo el mundo, y así apareció la gama manual, que ya va por la versión número diez. Posteriormente, desarrollamos la versión sónica, hace un año la lanzamos. La última es la infantil versión manual, la eléctrica verá la luz en el segundo semestre de 2024.
La compañía se presentó en el segundo semestre de 2021, ¿qué expectativas tiene Balene a corto plazo?
Siempre hemos ido acompañados del experto o del científico, por eso tenemos un book con los siete ensayos clínicos que demuestran la eficacia, la seguridad y el respeto del producto. A la vez, se desarrollan estudios comprobando sus capacidades antibacterianas y la longevidad del material, que es el doble que la del nailon. Al ser un concepto único del mundo, que demuestra su eficacia, tenemos el placer de vivir un momento en el que el profesional nos acompaña y entiende que es una innovación absoluta en la industria. Recientemente tuvimos la satisfacción de recibir el premio “al mejor emprendedor” por parte de la Fundación del COEM.
Asimismo, estamos ya en 10 países puesto que tenemos la pretensión de extendernos globalmente.
Más allá del elastómero de inyección en lugar de cerdas de nailon, nuestra esencia es ser un cepillo referente que limpia toda la superficie de los dientes. Además, su cabezal es independiente del mango. Queremos situarnos ahí y seguir obteniendo certeza científica.
¿Percibe que el profesional está abierto a conocer este tipo de innovaciones?
Nos hemos encontrado un poco de todo, algunos lo han recibido como un logro para mejorar la salud bucal; sin embargo, hay otros profesionales que afirman que los cepillos tienen que ser los de toda la vida y que la técnica debe ser una concreta. Cada uno ha recibido una formación diferente.
Todo converge en los ensayos clínicos, nosotros que ya tenemos siete muy sólidos, hemos demostrado que el producto tiene éxito. Nuestra labor se centra en buscar la eficacia con la evidencia científica. Hoy en día debemos estar cerca del profesional, cerca de los odontólogos y los higienistas. Tenemos mucho camino por delante para poder obtener el apoyo de todos ellos.