Recomendaciones para el cuidado de los dientes en niños

La Asociación Española de Pediatría, a través de su Comité de Nutrición y Lactancia Materna, y la Sociedad Española de Odontopediatría destacan el impacto beneficioso de la lactancia materna sobre la salud en general y la salud dental en particular. Además, ofrecen una serie de recomendaciones específicas sobre los cuidados bucales y despejan dudas sobre la influencia de la leche materna en el desarrollo de la caries dental y brinda consejos dietéticos para prevenir esta enfermedad infecciosa crónica.

Los dientes de leche son clave para una adecuada función de nutrición y alimentación, participan en el desarrollo del lenguaje en los primeros años de vida y en el mantenimiento del espacio anatómico para la correcta erupción de los dientes permanentes. La caries dental es la enfermedad infecciosa crónica no transmisible más prevalente en la infancia con graves repercusiones en la salud general del lactante y del niño. Constituye un problema de salud pública con graves repercusiones en la infancia y edad adulta y se puede evitar con una adecuada prevención y cuidado de la salud bucodental.

Existe una relación directa entre el cuidado inadecuado de la dentición temporal y la aparición de lesiones de caries en los dientes temporales y permanentes. Es decir, un niño con lesiones de caries en sus “dientes de leche” será probablemente un niño con lesiones de caries en los dientes permanentes y, por tanto, un adulto con múltiples tratamientos dentales con las consecuencias físicas, psicológicas, emocionales y económicas que ello implica. Las lesiones de caries se pueden detener si se detectan en sus fases más precoces.

En junio de 2022, se aprobó el plan de ampliación de la cartera común de servicios de salud bucodental en el sistema nacional de salud que facilita la revisión periódica del estado de salud oral desde el nacimiento hasta los 14 años, incluyendo la determinación del riesgo individual de caries, especialmente en los dos primeros años de vida. Cuando los cuidadores del lactante o los pediatras y su personal de enfermería detectan signos precoces de caries dental, se debe consultar con el odontopediatra.

Además de sus beneficios sobre la salud general del lactante y de la madre, la LM exclusiva promueve el desarrollo óptimo de la mandíbula y los dientes del bebé y le confiere menor probabilidad de desarrollar patrones musculares disfuncionales. Un niño amamantado tiene menos probabilidades de sufrir maloclusión y malposición dental y junto con la dieta, la higiene dental y bucal, la lactancia materna es crucial para prevenir las cavidades de la caries dental.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la AEP recomiendan la LM exclusiva los primeros seis meses de edad y continuarla pasado el año de vida e incluso de manera complementaria mantenerla hasta el segundo año en poblaciones con alta prevalencia de infecciones. La SEOP incide en la gran importancia de la LM durante los primeros seis meses, como mínimo, y más recomendable hasta el primer año para el correcto desarrollo de la respiración, de la boca, de la oclusión (mordida) y de la deglución durante la infancia.

El cuidado de la boca del niño es responsabilidad de los padres o cuidadores hasta que adquiera la habilidad motora suficiente para hacerlo solo que, por norma, se consigue sobre los 7 o 10 años. A partir de este momento y hasta la adolescencia, se recomienda la supervisión por un adulto en el cepillado nocturno. Se recomienda comenzar la higiene de los dientes con la erupción del primer diente temporal o “de leche”, que suele darse a los seis meses de edad, dos veces al día; en la mañana y, sobre todo, por la noche. También recuerdan que el uso de biberones puede interferir con el adecuado desarrollo del maxilar y la musculatura facial.